sábado, 3 de diciembre de 2011

Pensamientos de un sábado a la noche

¿Por qué volviste?
¿Para qué tomarse el trabajo?
Si nuevamente me ibas a dejar de lado, reemplazarme por tus vicios.
Dejar en evidencia que ni me comparo con una noche de excesos.
Nuevamente pendiente del teléfono, que aparezcas, que te despiertes.
Un día soy el amor de tu vida y al otro te olvidás de mi.
Me cansé de que mi felicidad dependa de tus caprichos.
¿Por qué sos tan cruel?
La persona que más te ama está a punto de darte la espalda.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El amor también muere

You built me up, broke me down, tore me to shreds, you were my dream and I don´t love you anymore.


Hace unos años dos personas se enamoraron.
Se prometieron amor eterno, un futuro juntos, vacaciones en el mar y una hija igualita a ella.
Este amor era tan grande que tomó forma física. Al principio era tan pequeño como un botón pero fue creciendo hasta que inclusive empezó a moverse por sí mismo. 
Este ente los seguía a todos lados: cuando comían, cuando rendían un exámen, cuando visitaban amigos, a veces hasta se metía en sus sueños y viajaba a la India o comía torta en un pueblito de Córdoba.
En ocasiones, se comportaba de la manera más insólita: los miraba fijamente cuando se cepillaban los dientes, hacía ruido en el cine, cambiaba de canal y ponía "Bailando por un Sueño" o insultaba a los vecinos cuando lo saludaban.
Un día cuando él volvía del trabajo y se quiso subir al colectivo, el colectivero le exigió que este ser también pagara el boleto.
"Si no paga, no sube, pibe", amenazó.
Él se dió cuenta que no le alcanzaban las monedas para dos boletos y, además, reconoció que le gustaba la idea de volver a su casa solo para variar.
Entonces lo dejó ahí, en la parada del 152 con la promesa de que regresaría al día siguiente.
El ente, al encontrarse solo se puso nervioso, lloraba, saltaba, hacía ruidos extraños, en un momento, le pareció reconocer a ella en la vereda de enfrente. Fue entonces cuando cruzó la calle sin mirar.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Soñando despierta

Seis y cuarto.
En el andén del tren.
Miro las vías y nunca me parecieron tan tentadoras como ahora. Sólo un paso y el dolor termina.
Miro hacia abajo y veo entre los rieles cómo se va acumulando basura que quizás está ahí hace años.
Me imagino a mi cuerpo entre las tapitas de gaseosas, los envoltorios metálicos de galletitas, hojas secas.
Pero hay algo que me distrae, alguien que me mira, sabrá qué es lo que estoy pensando?
Miro hacia abajo una vez más, sería sólo un paso, en el momento justo. Pero no, sé que en el fondo nunca podría hacerlo pero sin embargo no puedo evitar mirar hacia abajo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Antisocial

Por lo general no quiero estar con gente. Me estresa. Incluso mis amigos y mi familia. 
A veces, algo sencillo como ir a un cumpleaños o reunión me requiere de mucho esfuerzo. 
Mi primera reacción es intentar evitarlo: excusas, enfermedades, nauseas.
Se que no está bien.
Puedo pasar un fin de semana entero sin hacer nada, quedándome en mi casa, aislada.