De repente se dió cuenta de que estaba sola.
Sola en un pasillo con una sola puerta, una sola salida.
Había un olor extraño y dulce que la atraía hacia esa puerta.
Mientras se acercaba sentió calor, como si la puerta diera a un jardín soleado.
Se quedó quieta unos instantes hasta que decidió entrar, ¿qué le podía llegar a pasar?
Pero cuando abrió la puerta el frio la heló hasta matarla.
Gracias por pasar por mi blog y que bueno que te haya gustado!
ResponderEliminarSaludos
Celes
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